Preparando el almuerzo
En la plaza de los "musoles" momentos antes de dar comienzo a la reunión
En marcha por la Sierra Calderona
La antigua nacional Salgunto-Burgos
Subiendo las primeras rampas del puerte de Ragudo
Foto de Familia
Quemadillo recibiendo de manos de la "presidenta" el trofeo a la moto mejor personalizada
Vispino con su trofeo a la moto mejor restaurada, su Rally
Jaspi, Pilar y Aina disfrutando de la entrega de trofeos y regalos
Juan "Bicisport" entregando el trofeo a la "presi" por la moto más antigua
Jaspi exultante al recibir el trofeo a la moto más Racing...
Robin con su trofeo a la moto mejor conservada, de origen
Cervera Jr. y la "presi" en un simulacro de entrega de trofeo... ¡¡buen tomate!!
Cervera Jr. y la "presi" en un simulacro de entrega de trofeo... ¡¡buen tomate!!
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MUERTO EL REY, VIVA EL REY ... esto es lo que se proclama cuando un rey fallece e inmediatamente alguien le sucede en el trono. Con las reuniones de vespinos ocurre lo mismo, que cuando termina una ya estamos pensando en la siguiente...
Uno de los comentarios que circuló entre los asistentes fue el de cambiar la denominación de nuestras reuniones por otra un poco más lógica: "Reunión FAMILIAR nacional de vespinos". No solo porque no es una reunión masiva sinó más bien porque las circuntancias son las propicias para entrablar amistad, casi familiar, incluso con los que se acercan a ella por primera vez. Posiblemente por la coincidencia de pequeñas historias comunes que ocurren dentro de la convivencia con nuestras máquinas y que sirven de "lazo-conector" con otras personas que minutos antes nos eran extrañas. Resulta tan sencillo como afirmar que hablamos un mismo idioma en un país extraño y remoto en el que de repente nos encontramos. Ni que decir tiene que los que han venido en anteriores ediciones ya se consideran pertenecientes a la familia, sin duda, tienen la llave de la puerta principal y entran cuando quieren.
Luego están esos intercambios de vivencias e informaciones que siempre enriquecen. O las mismas excursiones en las que los pequeños problemas se solucionan con un destornillador y unos alicates. Como el caso que le ocurrió a Robin, que a pesar de estar más feliz que unas Pascuas por estrenar su moto recién restaurada, no acababa de sentirse cómodo porque de vez en cuando la moto perdía toda la potencia y sin llegar a pararse el motor había que poner pie en tierra. ¿Y cuál era el problema? pues un pedazo de carbonilla que se había desprendido en el interior del escape y de vez en cuando taponaba la salida de gases y el motor dejaba de ser efectivo. Pues eso: 2 minutos, unos alicates y un destornillador fueron suficientes para liberar el silenciador, dar dos acelerones y expulsar la carbonilla pertinente... Robin respirío aliviado ¡vaya diferencia!
¿Y qué otros problemas hubo?: pues por nombrar alguno, que alguien calculó mal la distancia y, o bien le entró la reserva de repente o se quedó sin gasolina. Porque claro, una excursión de 70 kms. que al final rebasó los 80, con contínuas subidas y bajadas, lógico, el consumo se desmadra un poco. Incluso los hermanos Cervera (que realmente son padre e hijo) se permitieron cambiar el variador de una de sus motos mientras llevábamos a cabo las competiciones de la tarde del sábado... ¿cómo es posible hacer eso con una moto en plena calle? pues porque son vespinos...
La veintena de vespinos que participó en las excursiones, que en total supusieron más de 150 kilómetros, salieron y regresaron sin más contratiempos que los que acabamos de comentar y que, insisto, no fueron en terreno llano junto a la playa, sinó que subimos algunos puertos de montaña que en algunos tramos llegaban a un 12% de desnivel.
Las pruebas de habilidad del sábado por la tarde fueron muy divertidas: en primer lugar se corrió la prueba de "los caracoles" o de "los lentos"... se salía de tres en tres y ganaba el último que llegaba a la meta (de unos 50 metros de recorrido total). Los ganadores de las diferentes mangas pasaron a las semifinales que las corrían de dos en dos y la finalísima, que dilucidó al ganador de la prueba. El vencedor fue nuestro amigo Diego "el argentino", pintor de los modelos que se restauran en Bicisport y que acudió a la reunión con su familia pero sin moto. No fué obstáculo para demostrar que en eso de ir despacio no tiene rival, puesto que Toni "Sprint", a pesar de ser un digno finalista, no pudo con Diego.
La gincana resultó de lo más divertida, mostrando claramente que una cosa es ver las evoluciones de un participante y otra muy distinta es intentarlo uno mismo. No es fácil. En esta ocasión fue Cervera Jr. quien salió vencedor, y eso que como he comentado, estaba más pendiente en ese momento de instalar su nuevo variador que le acababa de proporcionar Kiqu. que de la competición.
Las comidas estuvieron muy bien, con la salvedad de que el sábado por la noche tuvimos que esperar más de la cuenta para ser atendidos, pero hay que reconocer que eran unas horas en las que en el restaurante estaban un "pelín" saturados de trabajo. Al día siguiente nos compensaron con una dedicación exclusiva durante la comida.
Mientras comíamos, de manera inesperada, surgió una propuesta por parte de dos personas que normalmente no se prodigan en sugerencias de futuro, pero en este caso bienvenida sea por lo original y, sobre todo, por lo suculenta... casi imposible negarse. La propuesta la hicieron Pilar y Kitty (espasas de Kiqu y Valentín respectivamente) llamando la atención de los presentes mediante el típico campanilleo del cuchillo sobre la copa de cava, era la siguiente:
"para el próximo año, como idea inicial a principio de julio, ir a pasar un fin de semana con nuestras Vespino a la Isla de Ibiza, o en su defecto, a la de Menorca". Esa propuesta, independientemente a la de 4ª Reunión familio-nacional de Vespinos, fue mayoritariamente bien recibida por los presentes, así que, desde ya, nos hemos puesto manos a la obra para comenzar con su preparación. Decir además que, gracias a contactos con entidades en las islas, es muy probable conseguir unos buenos precios para la estancia y manutención.
Uno de los comentarios que circuló entre los asistentes fue el de cambiar la denominación de nuestras reuniones por otra un poco más lógica: "Reunión FAMILIAR nacional de vespinos". No solo porque no es una reunión masiva sinó más bien porque las circuntancias son las propicias para entrablar amistad, casi familiar, incluso con los que se acercan a ella por primera vez. Posiblemente por la coincidencia de pequeñas historias comunes que ocurren dentro de la convivencia con nuestras máquinas y que sirven de "lazo-conector" con otras personas que minutos antes nos eran extrañas. Resulta tan sencillo como afirmar que hablamos un mismo idioma en un país extraño y remoto en el que de repente nos encontramos. Ni que decir tiene que los que han venido en anteriores ediciones ya se consideran pertenecientes a la familia, sin duda, tienen la llave de la puerta principal y entran cuando quieren.
Luego están esos intercambios de vivencias e informaciones que siempre enriquecen. O las mismas excursiones en las que los pequeños problemas se solucionan con un destornillador y unos alicates. Como el caso que le ocurrió a Robin, que a pesar de estar más feliz que unas Pascuas por estrenar su moto recién restaurada, no acababa de sentirse cómodo porque de vez en cuando la moto perdía toda la potencia y sin llegar a pararse el motor había que poner pie en tierra. ¿Y cuál era el problema? pues un pedazo de carbonilla que se había desprendido en el interior del escape y de vez en cuando taponaba la salida de gases y el motor dejaba de ser efectivo. Pues eso: 2 minutos, unos alicates y un destornillador fueron suficientes para liberar el silenciador, dar dos acelerones y expulsar la carbonilla pertinente... Robin respirío aliviado ¡vaya diferencia!
¿Y qué otros problemas hubo?: pues por nombrar alguno, que alguien calculó mal la distancia y, o bien le entró la reserva de repente o se quedó sin gasolina. Porque claro, una excursión de 70 kms. que al final rebasó los 80, con contínuas subidas y bajadas, lógico, el consumo se desmadra un poco. Incluso los hermanos Cervera (que realmente son padre e hijo) se permitieron cambiar el variador de una de sus motos mientras llevábamos a cabo las competiciones de la tarde del sábado... ¿cómo es posible hacer eso con una moto en plena calle? pues porque son vespinos...
La veintena de vespinos que participó en las excursiones, que en total supusieron más de 150 kilómetros, salieron y regresaron sin más contratiempos que los que acabamos de comentar y que, insisto, no fueron en terreno llano junto a la playa, sinó que subimos algunos puertos de montaña que en algunos tramos llegaban a un 12% de desnivel.
Las pruebas de habilidad del sábado por la tarde fueron muy divertidas: en primer lugar se corrió la prueba de "los caracoles" o de "los lentos"... se salía de tres en tres y ganaba el último que llegaba a la meta (de unos 50 metros de recorrido total). Los ganadores de las diferentes mangas pasaron a las semifinales que las corrían de dos en dos y la finalísima, que dilucidó al ganador de la prueba. El vencedor fue nuestro amigo Diego "el argentino", pintor de los modelos que se restauran en Bicisport y que acudió a la reunión con su familia pero sin moto. No fué obstáculo para demostrar que en eso de ir despacio no tiene rival, puesto que Toni "Sprint", a pesar de ser un digno finalista, no pudo con Diego.
La gincana resultó de lo más divertida, mostrando claramente que una cosa es ver las evoluciones de un participante y otra muy distinta es intentarlo uno mismo. No es fácil. En esta ocasión fue Cervera Jr. quien salió vencedor, y eso que como he comentado, estaba más pendiente en ese momento de instalar su nuevo variador que le acababa de proporcionar Kiqu. que de la competición.
Las comidas estuvieron muy bien, con la salvedad de que el sábado por la noche tuvimos que esperar más de la cuenta para ser atendidos, pero hay que reconocer que eran unas horas en las que en el restaurante estaban un "pelín" saturados de trabajo. Al día siguiente nos compensaron con una dedicación exclusiva durante la comida.
Mientras comíamos, de manera inesperada, surgió una propuesta por parte de dos personas que normalmente no se prodigan en sugerencias de futuro, pero en este caso bienvenida sea por lo original y, sobre todo, por lo suculenta... casi imposible negarse. La propuesta la hicieron Pilar y Kitty (espasas de Kiqu y Valentín respectivamente) llamando la atención de los presentes mediante el típico campanilleo del cuchillo sobre la copa de cava, era la siguiente:
"para el próximo año, como idea inicial a principio de julio, ir a pasar un fin de semana con nuestras Vespino a la Isla de Ibiza, o en su defecto, a la de Menorca". Esa propuesta, independientemente a la de 4ª Reunión familio-nacional de Vespinos, fue mayoritariamente bien recibida por los presentes, así que, desde ya, nos hemos puesto manos a la obra para comenzar con su preparación. Decir además que, gracias a contactos con entidades en las islas, es muy probable conseguir unos buenos precios para la estancia y manutención.
Pero sigamos con la 3ª y para finalizar: todo salió según lo previsto. Destacar la importancia de contar con un grupo de personas que reman hacia el mismo lado y de su formalidad y puntualialidad,. También de un ayuntamiento capaz de poner sus espacios y medios a nuestra disposición y de colaboradores desinteresados capaces de aportar ese "detalle" que al final ayuda decididamente a minimizar los precios de participación de las personas que acuden a la reunión.
Añadir que dentro de la modestia de un evento como este, siempre es necesario echar una vista a lo acontecido en ediciones anteriores e intentar no caer en defectos y errores ya cometidos. Por eso estoy seguro que la 4ª será incluso mejor que la presente.
Y por último, ahora de verdad, animar a tantos compañeros que se han quedado con las ganas de participar y que por unas u otras circunstancias no han podido estar con nosotros. Otra vez será. En la presente tuvimos la suerte de contar con el grupo de amigos de Girona, que animaron la fiesta de forma más que notoria e hicieron subir el precio de la cerveza en la comarca y de la familia barcelonasa de Kaximbeider que estoy seguro que desde ahora verán las Vespino de otra manera... no estamos solos...
Añadir que dentro de la modestia de un evento como este, siempre es necesario echar una vista a lo acontecido en ediciones anteriores e intentar no caer en defectos y errores ya cometidos. Por eso estoy seguro que la 4ª será incluso mejor que la presente.
Y por último, ahora de verdad, animar a tantos compañeros que se han quedado con las ganas de participar y que por unas u otras circunstancias no han podido estar con nosotros. Otra vez será. En la presente tuvimos la suerte de contar con el grupo de amigos de Girona, que animaron la fiesta de forma más que notoria e hicieron subir el precio de la cerveza en la comarca y de la familia barcelonasa de Kaximbeider que estoy seguro que desde ahora verán las Vespino de otra manera... no estamos solos...
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